La mala Puta¡

Lidia llego a la hora acordada, su cliente la esperaba, ella iba vestida de rojo, ya estaba preparada.
Entraron a la habitación nueve, Lidia se desnudo de una vez, ella no quería jugar, no quería escuchar, ella no era psicóloga, cobraba por cojer y eso era lo que iba hacer, estaba cansada de los problema de los demás, los propios ya la hacían pensar que ese día solo quería cojer y jalar.
Algo la desanimaba, pero ni ella sabía lo que era, la conciencia le pesaba y mientras los calzones se bajaba ella pensaba- "que vida la mía siempre tirada".
Estaba recostada en la cama sin nada de excitación, ella quería cumplir pues eso hacía para vivir, pero no sentía motivación, no hallaba explicación para el suceso, simplemente no quería mover ni un hueso.
El cliente ya sospechaba, porque aunque Lidia ya estaba acomodada la faena le costaba, por más que intentaba a Lidia no le entraba, ya le estaba disgustando eso de estar pagando sin recibir nada a cambio, antes de eyacular quiso reclamar porque Lidia no se la quiso ni mamar.
Lidia termino el trabajo y el cliente con desagrado le dio su pago.
Lidia llego a una conclusión, dentro de su depuración solo pudo imaginar, que ese día simplemente se había levantado sin ganas de pisar.